Achuguayo era el nombre que daban los guanches, primeros pobladores de la isla de Tenerife −Canarias, a una de sus deidades.
El nombre aparece por primera vez en la obra Historia del Pueblo Guanche del médico e historiador Juan Bethencourt Alfonso, quien se basó en fuentes orales para la redacción de gran parte de su trabajo.
[1] Para este autor, Achuguayo «es la voz conservada entre el vulgo» para referirse al Ser Supremo −Achamán− de la religión guanche, siendo para él la personificación del Bien en eterno conflicto con Guayota, representante del Mal.
[1] Algunos lingüistas han traducido el término como 'he aquí el que es espíritu, causa, origen o guarda'.
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