El hocico era corto, con unas fosas nasales grandes para la entrada de aire en un sprint intenso.
Para hacer espacio a las fosas nasales, el maxilar se redujo, y el anclaje de los caninos fue menor, dando como resultado raíces más cortas y un canino más corto.
Para aligerar el peso del animal, la circunferencia del hueso se reduce y el esqueleto es delgado y liviano, ideal para correr, pero no para luchar o hacer frente a las lesiones, graves o leves.
Su cola era larga, probablemente densamente cubierta de pelo y relativamente pesada, lo que le permitía usarla como contrapeso para mantener el equilibrio en los cambios de dirección rápidos mientras perseguía a la presa.
Se extinguió en África y el sur de Asia (excepto en Sumatra) debido a la competencia con el leopardo.