Anteriormente se considera conespecífico del carricero de Pagán, el carricero de Aguiján y el carricero de Saipán, pero en la actualidad se consideran especies separadas.
Su extinción se debe a la introducción de varias especies invasoras.
Otras especies invasoras que depredaron sobre él fueron las ratas y los gatos, y las cabras y ovejas asilvestradas contribuyeron a degradar su hábitat.
[3] Además una planta introducida, la calabaza hiedra (Coccinia grandis) destruyó las copas de los árboles donde el carricero ruiseñor anidaba.
La destrucción de los humedales, los incendios y los pesticidas y la extensión de terrenos de uso humano (para la agricultura, el turismo y la construcción) redujeron la disponibilidad de hábitat para el carricero ruiseñor y otras especies.