Trump presionó al entonces vicepresidente Mike Pence para que contara a los electores falsos en lugar de a los electores certificados por los legisladores estatales.
En noviembre de 2022, el fiscal general Merrick Garland nombró a Jack Smith para dirigir una investigación del fiscal especial que abarca las investigaciones sobre los intentos de anular las elecciones y el manejo de Trump.
La acusación menciona a seis cómplices anónimos.
Es la tercera acusación de Trump y la primera acusación contra un presidente de Estados Unidos en relación con acciones mientras estaba en el cargo.
Después de que ese tribunal dictaminara por unanimidad que Trump no era inmune, Trump apeló ante la Corte Suprema de Estados Unidos, la cual dictaminó el 1 de julio que los expresidentes tienen "cierta inmunidad frente al procesamiento penal" por sus "actos oficiales" realizados durante su presidencia.