[1] Aproximadamente en 1238, se convirtió en lector de la orden franciscana en Oxford, y en pocos años fue premiado por la orden de aquella provincia inglesa como un intelectual y líder espiritual.
Su pupilo Roger Bacon, habló positivamente sobre sus logros en teología y en matemáticas.
[2] Su fama, sin embargo, se basa en la influencia que ejerció sobre los estadistas de la época.
Se retiró del cargo, y nunca se convirtió en ministro provincial de los franciscanos ingleses, aunque constantemente recibía comisiones de responsabilidad.
Al juzgar por su correspondencia, no le interesaba la política secular.