Vivió casi toda su carrera política en Nueva Escocia, aunque también sirvió como Teniente Gobernador de Manitoba entre 1870 y 1872.
Durante la legislatura, Archibald tomó posicionamientos frecuentemente opuestos a los otros miembros del ala liberal.
Archibald le sucedió como nuevo líder liberal, aunque Howe continuó ejerciendo el cargo de Premier hasta las siguientes elecciones.
Este discurso fue oído por George-Étienne Cartier, que en ese momento era de hecho el líder del gobierno canadiense mientras que Macdonald se recuperaba de una enfermedad importante.
Archibald juró el cargo en agosto de 1870, en las Cataratas del Niágara, en Ontario.
Archibald mismo fue el líder del partido favorable al gobierno en las elecciones siguientes, con la poplación francófona prácticamente unida en su favor y mientras que John Christian Schultz dirigía a un grupo de anglófonos que se oponían a la política de conciliación.
El grupo equilibraba las divisiones étnica, lingüística y religiosas de la provincia.
Sus verdaderas intenciones eran evitar que los Métis se sublevasen en el corto plazo, y permitir que se fuese produciendo una gradual hegemonía de los colonos canadienses en la región.
Recibió el cargo en junio, pero se retiró poco después para ser nombrado Teniente Gobernador de Nueva Escocia (James W. Johnston había recibido este puesto en primer lugar, pero se tuvo que retirar por motivos de salud).
Sirvió en ese puesto hasta junio de 1883, momento en que llegó a su fin su segundo mandato.
En 1886 se convirtió en el presidente de la Sociedad Histórica de Nueva Escocia (Nova Scotia Historical Society), que había ayudado a fundar seis años antes.
Archibald se incolucró poco en las actividades del parlamento tras su vuelta, y no pronunció ningún discurso.
No se volvió a presentar en 1891 por problemas de salud, y murió al año siguiente.