La palabra adefesio generalmente se asocia con algo ridículo, disparatado o feo.
[cita requerida] Un escritor católico[cita requerida] negó la veracidad de esa historia y sostuvo que adefesio pasó a significar ‘disparate’, ‘adorno ridículo’ o ‘persona muy fea’ debido a que durante el tiempo que permaneció en Éfeso, San Pablo corrió peligro y en una ocasión estuvo a punto de morir a manos del populacho incitado por los comerciantes y sacerdotes que vivían del culto a Diana (Artemisa).
El Diccionario de la Real Academia Española se adhiere a esa opinión.
El filólogo y periodista argentino Héctor Zimmerman, en el libro Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato (1999), afirma que "hablar adefesios" primero significó ‘hablar en balde’ y después ‘decir algo extravagante’.
"Andar hecho un adefesio" equivale hoy a ‘estar tan feo como ridículo’.