Estrada se convirtió en 1928 en la segunda mujer en ser admitida en la Sociedad Portuguesa de Biología.
Allí conoció al médico Abel Salazar, quien se convirtió en su colega y colaborador en varias investigaciones.
Colaboró en la revista Pensamento, del Instituto de Cultura Socialista, que se publicó en Oporto, y en O Sol Nascente, donde algunas mujeres escribieron sobre la condición femenina y su participación más activa en la sociedad.
Estrada escribió diversos artículos sobre citología, análisis clínico e histología.
[9][10] Estrada escribió para revistas como O Diabo, Pensamento: Órgão do Instituto de Cultura Socialista, la brasileña Esfera y Sol Nascente.