En 2014 Carlos Alfonso López publicó un nuevo libro Tu perro piensa y te quiere, entrenar perros no es cómo te lo habían contado y pasa a ser el primer libro de habla hispana sobre entrenamiento de perros que supera una revisión a mayores por una revista científica (Ciencia Cognitiva), gracias a las más de 3000 referencias bibliográficas.
El aprendizaje conseguido exclusivamente mediante procesos de condicionamiento se considera insuficiente y limitado.
El adiestramiento cognitivo-emocional implica preparar al perro para manejarse correctamente a niveles emocionales altos.
Según el enfoque cognitivo-emocional, se tienen en cuenta muchos factores, que se podrían resumir en cuatro preguntas o dimensiones: Las cuatro dimensiones interaccionan constantemente y de ahí surge una comprensión mucho más amplia de la psicología del perro.
La gran dificultad del adiestramiento canino se encuentra en la puesta en práctica de dichos aprendizajes.
En esta etapa el perro debe aprender las acciones que se le solicitarán, aunque este sea el principal objetivo de esta fase, se logra de manera simultánea con la educación y la relación afectiva.
[cita requerida] Se eliminan los refuerzos externos y se solicita al perro que ejecute el comando ya aprendido: las primeras veces el perro realizará la acción por la expectativa de refuerzo, cuando lo haga recibirá una única recompensa afectiva (una caricia, un poco de juego pero sin juguetes).
Si el perro deja de ejecutar la acción el guía mostrará enfado y le dará una corrección social adecuada a su carácter y edad, esta corrección no debe ser sorprendente.
Es importante que dicha actividad no aparezca de forma rápida tras la ejecución de un comando, debe aparecer tras liberar al perro al final de la sesión (una sesión puede consistir en una sola acción), el objetivo es realizar una actividad conjunta divertida como premio social por haber obedecido y cumplido su obligación que nos permita mantener un estado emocional activo y positivo en el perro.
Implicándose con ello en realizar correctamente cada etapa de la secuencia para poder continuar hacia el fin deseado, entrenando así la auto-corrección.
Para mantener el trabajo de equipo será necesario que un porcentaje alto de esta meta global sea social o bien que el perro necesite indicaciones (no instrucciones precisas) del guía para la consecución del objetivo.