Es conocido por su trabajo como ensayista, crítico teatral, catedrático y periodista.
Dio sus primeros pasos en el periodismo en El Estudiante, revista universitaria, donde sus artículos merecieron los elogios de Rodó.
Sus primeros artículos para diario los publicó en La Tribuna Popular.
En 1910 funda en Buenos Aires un diario de literatura y política para la colectividad uruguaya (El Oriental) que tuvo poca vida.
En 1914 Batlle y Ordóñez lo invita a colaborar en El Día, donde escribe con el seudónimo de Jacob.