Adrienne d'Heur

[1]​ Sus vecinos la denunciaron como bruja, en particular a causa de su vida sexual considerada demasiado desenfrenada para la época.

Dijo a sus interrogadores que su hermano la había violado varias veces cuando tenía 12 años.

Entonces ella responde que cree en los brujos porque la Biblia habla de ellos.

La aguja quedó clavada allí durante más de siete minutos sin que ella sintiera ni testificara ningún dolor, ni la marca del dictamen derramara sangre.

Admitió haber haber sido llevada por el diablo al Sabbat, que allí las mujeres descuartizaban a los niños y luego los cocinaban en una olla, que la gente bailaba y se apareaba y menciona el hecho de que después de bailar, los diablos y las brujas a veces se apareaban con las mujeres.