Aeródromo de Sariñena

Las obras de acondicionamiento del campo empezaron el día 2 de agosto, así como el traslado del personal de aviación del aeródromo de Lérida, llegando al mismo los primeros aviones: dos Nieuport-52, pilotados por los sargentos Jesús García Herguido, apodado el “Diablo Rojo” y Jaime Buyé; y tres aviones Breguet XIX, llegando en uno de ellos el comandante Alfonso de los Reyes, quien se haría cargo del mando del aeródromo.

El aeródromo se encontraba situado a unos 4 km al sur de Sariñena y a menos de 1 km del pueblo de Albalatillo junto a la carretera que unía las dos localidades y que precisamente servía para delimitar la pista de vuelo, con la zona para el personal y sus infraestructuras a un lado y los aviones en el otro.

Cabe destacar que la actividad en el campo fue incesante desde el primer día, realizando los aviones varias salidas diarias en diferentes misiones y sumándose en los días posteriores más aviones.

Los aviones que se incorporaron al aeródromo de Sariñena llegaron principalmente desde El Prat de Llobregat y Lérida, siendo algunos de ellos aparatos civiles que se adaptarían para convertirlos en aparatos militares, así como también se unirían diferentes avionetas civiles que serían utilizadas en misiones de reconocimiento y de enlace.

Todos estos aparatos formarían la que se conocería como escuadrilla Alas Rojas, debido a que cada avión sería pintado con una franja roja alrededor del fuselaje y en los extremos de las alas como modo de distinción para su reconocimiento desde tierra.