La aforada es el conjunto de espacios abiertos del escenario teatral que, con la ayuda de bambalinas, cámara negra, patas, forillos y telones pintados que componen la escenografía en la acción conocida como aforar, quedan ocultos para el espectador situado en el auditorio.
[1][2] En el lenguaje teatral se utiliza el verbo aforar, como «ocultar o cubrir a la vista del público» (aforo) las áreas entre bastidores,[3] los elementos de iluminación, la parrilla o peine, o el resto de elementos del equipo escénico.
Para ello se combinan recursos como las patas –que cubren los elementos laterales–, los hombros de la caja escénica, las cortinas o bambalinas que cubren los elementos superiores colgados (la parrilla, los focos , trastos etc.); y el telón de foro (el último telón que cubre toda la pared del fondo).
Al conjunto de patas, bambalinas, etc. utilizados para cubrir la aforada se le llama cámara negra.
La cámara negra normalmente se cuelga de las varas del peine del teatro o de la estructura, o bien queda montada sobre bastidores, para evitar las arrugas.