Pues bien, Zeus estando dormido dejó caer semen en la tierra, y con el tiempo la tierra hizo brotar un demon que tenía dos órganos sexuales, unos de hombre y otros de mujer.
Aquel fruto desapareció al punto en el pliegue de su vestido y ellá quedó embarazada.
Dio a luz y un macho cabrío cuidó del niño expuesto.
[3] En otra versión, había un acantilado, llamada “Agdo”, donde se adoraba a Cibeles en forma de piedra.
Como Zeus no pudo unirse a ella, derramó su semen sobre la piedra y así nació Agdistis, que tenía los órganos sexuales de los dos sexos.
Una vez que Agdistis se durmió, Dioniso ató sus pies a los órganos genitales con una cuerda fuerte.
La sangre de sus genitales cortados fertilizó la tierra, y desde ese lugar creció un granado.