La Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM o EMSA, del inglés: European Maritime Safety Agency) es una agencia de la Unión Europea que se encarga de garantizar la seguridad marítima civil y mercantil, de luchar contra la contaminación marina, y de coordinar los esfuerzos de búsqueda y rescate en la mar, reforzando la legislación actual de la UE.
Depende directamente del comisario europeo de Transportes y está adscrita a la Dirección General de Movilidad y Transportes de la Comisión Europea.
Su sede central se ubica en Lisboa.
La Agencia Europea de Seguridad Marítima se creó en el año 2002, a raíz de varios accidentes marítimos en aguas de la Unión Europea en un corto espacio de tiempo, entre los cuales estaban el ferry M/S Estonia (1994) y los petroleros Erika (2000) y Prestige (2002).
Se compone de una plantilla cercana a las 200 personas, y opera una pequeña red de 16 embarcaciones fletadas, para la recogida de vertidos en el mar.