La palabra agua viene de las voces latinas aqua-augua-aigua-aiga, que nombra un líquido vital.
La raíz indoeuropea deiw- está relacionada con el brillo diurno o la luz del día, ya que la mayoría de las religiones antiguas rendían culto al sol y al cielo.
Se dice que los primeros en descubrir esas termales, exclamaron: «¡Esto es agua de Dios!» Sin embargo, al parecer, estas tierras ya tenían ese nombre cuando llegaron los primeros pobladores colocado por él encomendador Francisco Toledo, de hecho hay una vereda en el municipio vecino de Nilo, Cundinamarca, denominado aguadiosito.
En 1901, para evitar cualquier contacto entre los internos de Agua de Dios y las afueras, se acordonó toda la ciudad con una alambrada y fue custodiada con Policía Nacional e interna, conformada esta última por los mismos pacientes.
Algunas de esas jóvenes tenían vocación religiosa, pero su condición les impedía ser aceptadas en una comunidad ordinaria.
Sin embargo, esta comunidad nacida en Agua de Dios en condiciones tan difíciles, tiene en la actualidad presencia en varios países latinoamericanos, europeos y africanos.
Esta misma ley que autorizó a la Asamblea de Cundinamarca para crear el municipio y le concedió el beneficio de adjudicar los terrenos a quienes los ocupaban por ese entonces.
Amigo, yo te invito, si a este pueblo llegas, visites a Los Chorros nunca pases de largo allí está la esperanza que al dolor Dios le diera es un rincón del cielo para amarlo y cuidarlo.
Autor muy prolífico, escribió poesía, teatro, cuentos, ensayos y hasta una zarzuela, Nobleza obliga (4).
Sus obras finales dan testimonio de su sufrimiento, como La ciudad del dolor: ecos del presidio de inocentes y poemas como Insomnio A Agua de Dios se llega desde Soacha desde Canoas por Avenida Indumil pasando por Tena hasta Tocaima y del cual se llega al sur hacia el casco urbano aguadioscense y de allí se prosigue a Ricaurte por la Ruta Nacional 40 a Melgar y Girardot.