[1] Elaborado con una fórmula de botica a partir de plantas medicinales, con un 55% de etanol (alcohol), se le atribuyen propiedades como tónico estomacal, antiespasmódico, carminativo y colerético,[2] si bien en algunos círculos está escasamente considerada e incluso denostada por las posibles connotaciones milagreras que sugiere su nombre y por las contraindicaciones en embarazo y lactancia.
[b] Inspirada en la antigua medicina espagirista y también conocida como agua de toronjil o agua de melisa,[c][4] su origen se documenta en 1611 como licor elaborado en Francia por los Carmelitas Descalzos en el siglo xvii para «curar los problemas nerviosos y la histeria, los problemas del alma, la violencia o incluso el mal humor».
[5] Muy popular en España entre las mujeres maduras en el siglo xx, aun puede encontrarse en farmacias y herbolarios, con especial continuidad en Hispanoamérica.
[9] También se cataloga en publicaciones religiosas como Monte Carmelo, donde es descrito como «maravilloso elixir y antídoto».
[13] Asimismo también puede restrearse en obras de Gonzalo Torrente Ballester, Ignacio Aldecoa, Carmen Martín Gaite, Miguel Delibes o Camilo José Cela (de entre una larga lista).