[6] Geógrafo y cartógrafo nacido en Lugo, Ferrara, llegó a Sudamérica avanzado ya el siglo XIX y combatió a las órdenes del corsario Aury, reclamando con éste la Independencia de La Florida.
Cautivado por los ideales de la emancipación sudamericana, al ganarse la amistad y consideración de Simón Bolívar y otros generales patriotas, se incorporó al ejército del Libertador, en cuyas filas, gracias a la preparación militar adquirida en academias italianas, tuvo destacada actuación como hábil artillero, y detentó el grado de coronel.
[3] Tres años después de su nacimiento, Napoléon Bonaparte invadió la ciudad durante un mes, tiempo en el cual su padre se vio gravemente afectado por los saqueos perpetrados por las tropas francesas a los negocios locales.
Fue enviado entonces a la escuela pública de Lugo, en donde recibió sus primeros estudios con el profesor invidente Pier Matteo Zappi;[1][8] hasta egresar en 1810.
Cuando el Emperador le preguntó qué hacía allí, según se dice Codazzi respondió: "Esperando la muerte, pues ya no hay municiones".
Durante esta campaña, Codazzi perteneció a la primera división comandada por el general Carlo Zucchi, la cual combatió en Mantua en 1814.
[8] Perteneció a este ejército hasta la caída definitiva de Napoleón en Waterloo, en 1815.
[4] En esa ciudad conoció a quien sería su gran amigo, Constante Ferrari, con el cual compartiría un largo periodo de aventuras en América.
Tras fracasar (debido a una súbita epidemia de peste) un casino en Estambul del cual era socio,[3] y sin haber logrado ser reclutado por el Sultán, Ferrari y Codazzi decidieron abandonar la metrópolis turca, en busca de mejor destino.
Allí tuvieron oportunidad de entrevistarse con el gran duque Constantino, hermano del Zar.
[3][4] Siguiendo el rumor de que Holanda buscaba oficiales para una expedición a las Indias Orientales, Codazzi y Ferrari pasaron por Moravia hasta llegar a Danzig, puerto donde tomaron un buque alemán que los llevaría hasta Ámsterdam.
[3][4][11] Nuevamente quedaría frustrado su propósito, pues la expedición neerlandesa ya había partido.
[3] Sin embargo el triunfo fue vano, y hubieron de retirarse a Providencia nuevamente.
[9] En repetidas oportunidades, Aury intentó en vano un reconocimiento oficial por parte del gobierno de la Gran Colombia.
Justamente cuando se encontraba realizando estas funciones, surgieron los acontecimientos que llevaron a la desintegración de la Gran Colombia en 1830.
[1][15] Luego de estos acontecimientos, Codazzi decidió quedarse en Venezuela, donde presentó su carta general del Zulia al congreso recién formado en Caracas.
Para cumplir esta obra a cabalidad, Páez lo nombró jefe del Estado Mayor de sus fuerzas militares.
[9] Al recibir el visto bueno por parte del órgano legislativo, se embarcó rumbo a París junto con el dibujante Carmelo Fernández y los historiadores Rafael María Baralt y Ramón Díaz.
[3] Codazzi, de forma ecuánime y prudente, solventó este tema esbozando diversas fronteras en sus mapas.
[18] En 1841 el gobierno encargó a Codazzi la promoción de inmigrantes europeos hacia las regiones deshabitadas del país.
Este concibe y formula un proyecto de colonización para Venezuela con familias europeas,[2] plan que recibió apoyo del Congreso Nacional y el financiamiento de Martín Tovar Ponte, necesario para su ejecución en tierras cedidas por Manuel Felipe Tovar.
[3] Benitz llegó un mes después con 389 inmigrantes, de los cuales 239 eran hombres y 150 mujeres, quienes se habían adscrito a la empresa.
[10] A diferencia del trabajo casi individual que se realizó en Venezuela, la comisión pretendía ser un trabajo colectivo y especializado: geógrafos, cartógrafos, botánicos, pintores y escritores, todos ellos dirigidos por el coronel Agustín Codazzi.
[2] Junto a este se encontraban Manuel Ancízar como descriptor e historiador, José Jerónimo Triana como botánico, Carmelo Fernández, Manuel María Paz y Henry Price como dibujantes y cartógrafos.
Es así como de 1850 se pasan de tener 31 provincias[21] a tener unas 36 en 1855,[22] y ese mismo año estas se fusionaron para formar ocho estados soberanos (con el correspondiente cambio del nombre del país a Confederación Granadina).
[17] En 1898 su archivo personal, con manuscritos, bocetos, correspondencia y mapas, fue enviado a Turín (Italia) para participar en la Exposición General Italiana en la sección Exploraciones.
Entre las numerosas publicaciones que Codazzi realizó a lo largo de su vida (y después de ella, ya que se siguieron publicando obras con su nombre hasta bien entrado el siglo XX), se tienen varias cartas, sus Memorias, escritas por él en 1823 durante su estadía en Lugo, varios decretos y leyes dictados como gobernador de Barinas, así como sus numerosos mapas.