Produjo no menos de 29 grabados en madera durante el período, algunos con colores en múltiples capas.
Su proyecto más extenso consistió en unas 50 ilustraciones para Nordens Guder de Adam Oehlenschläger, publicadas en 1929.
Le llevó muchos años realizar los grabados en madera y varios de sus alumnos participaron en el trabajo técnico.
También completó una amplia gama de retratos, incluido el del político Frederik Borgbjerg (1949).
[3] Prestó especial atención a la composición y perspectiva basada en el estudio cuidadoso de la naturaleza.