A la edad de 15 años, Farazdaq se hizo conocido como poeta y, aunque marcado por un corto tiempo por el consejo del califa Ali Ibn Abi Talib de dedicar su atención al estudio del Corán, pronto volvió a realizar versos.
Allí, permaneció alrededor de diez años, escribiendo sátiras sobre tribus beduinas, pero evitando tratar sobre política local.
Llevó una vida pródiga y sus versos amorosos resultaron en su expulsión por el califa Marwan I.
Farazdaq tomó una segunda esposa y después de su muerte, se casó con una tercera, para molestar a Nawar.
Otro tema que generó una larga serie de versos fue, en particular, su feudo con su rival Jarir y su tribu Bani Kulaib.