A principios de siglo formó en una compañía lírica italiana y cantó en Holanda en la primera representación de “Madama Butterfly”, en 1903.
Su amplia actividad fue bien conocida en Bilbao como empresario de ópera, ya que formó empresa con varios compañeros de juventud y consiguió contratar en 1914, para actuar en Bilbao, al célebre tenor Enrico Caruso, si bien no llegó a verificarse esta representación por haberse declarado la guerra.
Su fama se extendió pronto por todo el mundo, y así lo afirmó el tenor Giacomo Lauri-Volpi en su libro “El equívoco”, y se confirmó en otras muchas publicaciones americanas y francesas.
Don Alberto de Gorostiaga, a quien el Gobierno francés concedió todas las condecoraciones civiles, además de poseer otras muchas que le otorgaron en Italia, en Túnez y en España, ingresó en la Orden de Alfonso X el Sabio en 1947.
Sintiéndose ya enfermo, en 1957, regresó a Bilbao y murió un mes más tarde en el Hotel Carlton donde solía residir cuando viajaba a su ciudad natal.