Albita

Su nombre procede del latín albus, que significa blanco, aludiendo a su color más usual.

La albita fue descrita por primera vez científicamente en 1815 por Johan Gottlieb Gahn y Jöns Jakob Berzelius, que dieron a este mineral, debido a su color predominante blanco, este nombre basado en la palabra latina albus, 'blanco'.

A veces estas capas blancas son visibles al ojo humano y el espécimen se denomina pertita.

Los minerales a los que normalmente aparece asociada en ambos tipos de roca son cuarzo, turmalina y moscovita.

La albita es muy frecuente en pegmatitas graníticas, asociada con otros feldespatos, aunque no suele ser el predominante.

Ejemplar de albita
Ejemplar de albita
Ejemplar de albita
Capas de albita de 0,4 mm en el interior de un mineral de pertita.