Conecta los barrios rurales de Monzalbarba y Alfocea, siendo el único acceso a este último.
Inaugurado en 1968, fue una de las primeras obras del destacado ingeniero oscense Juan José Arenas.
Su bajo periodo de retorno, apenas 10 años, hace que tienda a cortarse en inundaciones, incomunicando Alfocea.
Posteriormente a la conquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador la zona continuó habitada.
A fines del siglo XV pertenecía al justicia Martín Díez de Aux.
[6] Testigos de aquella época son algunos restos del castillo que pasó a ser posteriormente la ermita de Santa Ana, los del antiguo monasterio templario y la iglesia románica derribada en 1974.
[9] Está "desorientado" hacia el norte y adosado al muro de poniente del primitivo templo románico que si guarda la orientación canónica.
El templo románico se edificó sobre un afloramiento de roca compuesta por yeso.
Tras ser demolido en 1974, se halla en avanzado proceso de degradación, aun cuando es perfectamente identificable su estructura.
Probablemente hubiera ventanal central; pero no hay vestigios que permitan asegurarlo.
La otra estructura de la que queda una muestra importante, es el muro norte.
A la margen izquierda del barranco de Lecheros y próximo a su desembocadura, sobre un pequeño cerro se alzan las ruinas de un modesto recinto fortificado que en el pueblo se conoce como ermita de Santa Ana y que en la actualidad se encuentra adosado al pequeño cementerio local.
[6] Al otro lado del mencionado barranco de lecheros y adosado a la iglesia actual, se conservan los restos del primitivo templo románico dedicado a San Cristóbal.
Todavía se conserva gran parte del arranque absidal conformado con ladrillo a soga y asentado sobre los estratos de yeso.