A aquellos primeros alfombristas pronto se les van uniendo numerosos vecinos, en un primer momento coordinados por el propio Francisco Carcelén y más adelante formando grupos, cada uno de los cuales realiza su propio boceto.
En 1967 comienza a usarse el serrín, que pronto substituiría a la viruta y en 1969 se realiza ya el concurso de alfombras.
A lo largo de los años, los alfombristas elcheños no han parado de perfeccionar sus diseños, mejorando sus técnicas e inventando utensilios.
En 1992 por primera y única vez hasta el momento se suspende la fiesta por motivos climatológicos.
En 2004 estuvo lloviendo hasta las cuatro de la madrugada pero se consiguió terminar las alfombras a tiempo para la procesión.