Actualmente labora en las instalaciones del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal como miembro ex officio.
Actualmente funge como jefe del Centro de Documentación del Museo Leopoldo Flores de la UAEM y dictaminador editorial en el Consejo Editorial Mexiquense.
Ya decía Octavio Paz que no se puede hablar de una tradición poética concreta en México.
Ahora bien, aunque su poesía es contemporánea y sigue la línea temática general que como se ha dicho se dio a lo largo del siglo XX, no corresponderá precisamente con los movimientos poéticos de su tiempo.
En 1960 en México, La Espiga Amotinada editada por Eraclio Zepeda, Juan Buñuelos, Óscar Oliva, Jaime Augusto Shelley y Jaime Labastida (Ídem; p.369) marcaba la situación de un país convulsionado por una crisis general.
Indudable la influencia de los autores del Boom latinoamericano, preocupados en dar a conocer su mundo, en mostrar la Latinoamérica de lo real maravilloso, donde realidad y ficción no se encuentran desempatadas.
Si bien es difícil obtener el dato exacto de los literatos que han abordado a la ciudad como su tema principal (no hay registros), Sánchez Arteche lo realiza cubriendo el largo y ancho del territorio de la ciudad.
No obstante, también pertenece a una generación de mexicanos ilustrados no precisamente por cultos sino porque todo lo que lograban aprender sobre otras épocas y civilizaciones, era gracias a los suplementos y revistas de historietas.
Desligado entonces de las grandes figuras literarias del momento e influido sólo en parte por los grandes escritores mexicanos (Juan Rulfo, Juan José Arreola, José Emilio Pacheco) su producción es local voluntariamente.
|| La segunda Celestina: una comedia que no escribió Sor Juana, Presencia, Toluca, 1991.
Artículos, conferencias y presentaciones, IMC, Cuadernos de divulgación cultural, 1995.
|| Preludio al sexto sol, sones y otros poemas, La Tinta del Alcatraz/ Gob.