Entre 1560 y 1584 enseññó retórica y ocupó la cátedra principal de retórica que dejó libre al fallecer Alfonso García Matamoros desde 1572.
Existen datos sobre la materia que explicaba: los discursos de Cicerón.
Sus obras conservadas salieron también de las prensas complutenses y se destinaron, sobre todo, al consumo estudiantil.
Así se explica la publicación en 1569 de las Rhetoricae Exercitationes, un manual de ejercicios compositivos que retomaba y actualizaba los catorce progymnásmata del rétor griego Aftonio, tan de moda en las aulas europeas a lo largo del siglo XVI e integrados en la formación de los estudiantes de Alcalá a partir del tercer curso de gramática; Torres lo amplió con los comentarios y ejemplos del alemán Reinhard Lorich, un luterano incluido en los Índices inquisitoriales y que, como es lógico suponer, nunca menciona como fuente.
Una edición bilingüe de esta obra ha sido editada modernamente por Violeta Pérez Custodio.