Alfred trabajó en un banco como corredor de bolsa, pero quería convertirse en artista y pasaba todo su tiempo libre pintando.
Se mantuvo fiel a este salón y exhibió en él al menos un cuadro cada año, hasta su muerte en 1936.
En esa época el pintor Alfred Roll lo ayudó a promover su trabajo artístico.
En 1912, gracias a sus amigos Paul Madeline y Eugène Alluaud, Alfred Smith descubrió el valle de Creuse.
Le cautivaron sus paisajes; su estilo cambió entonces y evoluciona hacia el fauvismo.
En 1896, Alfred Smith tuvo una primera "revelación" durante su estancia en Venecia y sus obras italianas están marcadas por el impresionismo.
Desde su llegada, y hasta su muerte en 1936, Alfred Smith regresó cada año para permanecer durante varias semanas, incluso en diferentes estaciones, en las gargantas del Creuse.