Alfredo Truan introdujo la litografía en Asturias y desarrolló una importante labor como fotógrafo, abriendo un taller dedicado a ambas actividades en Gijón en 1858.
Su ensayo sobre estos microorganismos describía las 169 especies encontradas por él en Asturias.
Primero fotografiadas, luego dibujadas para posteriormente ser reproducidas en litografías, las imágenes de estas algas, invisibles al ojo humano, al estar recubiertas de sílice presentan unas admirables y bellísimas formas geométricas.
Esta actividad científica y observadora de Alfredo Truan se mantuvo hasta su fallecimiento en 1890.
Actualmente la Fundación Solventia [1], en colaboración con el Museo Nacional de Ciencias Naturales, en Madrid, promueve un concurso de fotografía para niños y jóvenes dedicado a este científico.