Las comunidades de algas marinas se concentran principalmente en la capa inferior del hielo, pero también pueden ocurrir en salmuera dentro del hielo, en estanques de derretimiento y en la superficie.
[1][2][3] Las especies dominantes varían según la ubicación, el tipo de hielo y la irradiancia.
En general, las diatomeas pennadas tales como Nitschia frigida (en el Ártico)[4] y Fragilariopsis (en la Antártida)[5] tienden a ser las especies dominantes.
[9] El EPS altera la microestructura del hielo y crea un hábitat para proliferaciones ulteriores.
[2] Se ha determinado que las algas bajo hielo grueso muestran algunas de las adaptaciones más extremas conocidas para medios con poca luz.
[10][11] Las algas del hielo marino acumulan bomasa con rapidez, a menudo en la base del hielo marino, y crecen formando mantas de algas que son consumidas por anfípodos tales como krill y copépodos.
Estos organismos finalmente son consumidos por peces, ballenas, pingüinos, y delfines.
[2][12] El momento en que proliferan las algas del hielo marino tiene un impacto significativo en todo el ecosistema.