Desde 1951 trabajó en el Centro Mundial de Influenza, en Londres, y fue nombrado director en 1961.
También fue jefe del Laboratorio de Investigación del Interferón en el National Institute for Medical Research entre 1964 y 1967.
En 1947, comenzó a estudiar diferentes mutaciones del virus de la influenza y las respuestas del cuerpo a ellas.
Casi todas las células del cuerpo pueden producir interferón, el cual parece actuar como la primera línea de defensa contra los agentes patógenos virales, porque se produce muy rápidamente (la producción de interferón comienza en las horas siguientes a la infección, mientras que la producción de anticuerpos tarda varios días).
Más tarde se descubrió que el interferón puede aplicarse también en algunos tratamientos contra el cáncer.