Comida orgánica o Alimento orgánico es un término que define los alimentos destinados al consumo que han sido producidos sin productos químicos y procesados sin aditivos (carnes, productos agrícolas, vinos y bebidas).
En el sector se utilizan en muchas ocasiones indistintamente los términos “ecológico”, “biológico” y “orgánico”.
Sin embargo es conveniente resaltar el uso que se le da a cada palabra en el mercado.
En España la fórmula más habitual es “ecológico”, al igual que en Alemania (biologisch) y Francia.
Sin embargo, ciertos productos emplean este término como reclamo publicitario asociado a una mayor calidad.
Las más reconocidas eran Demeter International de Alemania, el Soil Association del Reino Unido y Rodales en los USA.
Se espera que los volúmenes de venta en este sector continúen evolucionando al alza.
En Alemania el cultivo ecológico representa un sector económico exitoso enfocado, en gran medida, al principio de sostenibilidad que pretende mantener y proteger los recursos naturales y que repercute de forma muy positiva en el medio ambiente.
En la actualidad existe una preocupación sobre el reciente uso de antibióticos en la ganadería tradicional y los posibles efectos sobre la salud humana.
Según los especialistas en nutrición, gran parte de las enfermedades degenerativas tienen su origen en la alimentación.
En la agricultura ecológica no se autorizan los organismos genéticamente modificados (OGM) ya que esta agricultura conduce a una uniformidad y erosión genéticas lo que se traduce en una pérdida de variedad, con grandes extensiones de un mismo cultivo.
1992-95, listeria en quesos de Francia, al menos 20 personas murieron 1996-97, bacteria E. Coli en carnes cocidas en Escocia.
2007, al menos cien personas murieron en Panamá tras consumir alimentos y fármacos chinos contaminados.
Se calcula que hubo unas 20 muertes y numerosos abortos a causa de esta bacteria.
Una característica de la agricultura ecológica es que, al cultivar los alimentos en suelos equilibrados por fertilizantes naturales, los productos son más nutritivos, ya que contienen unos niveles más altos de vitaminas – especialmente la C – minerales esenciales (calcio, magnesio, hierro y cromo) y antioxidantes que ayudan a prevenir determinadas enfermedades como el cáncer.
Aparte del perjuicio para la salud del trabajador agrícola, la utilización de estas sustancias conlleva un coste adicional a la sociedad, ya que esta debe eliminar los residuos que los pesticidas dejan en la naturaleza.
Según investigaciones actuales, los niveles de estos residuos son demasiado bajos para ser peligrosos para la salud.