Dado que los datos se originan a partir de múltiples fuentes, la integración a menudo implica limpiar dichos datos, resolver redundancias y comprobar la integridad de los mismos según las reglas del negocio.
Un ODS está generalmente diseñado para contener datos atómicos (indivisibles).
Un sistema OLTP diría qué facturas no han sido liquidadas, el monto que falta por liquidar de cada una, cuando se espera que se paguen, etc. Un sistema OLAP diría cuanto debe un cliente, cuantas facturas son, el promedio de días que tarda en pagar.
En un ODS un gerente podría enterarse a grandes rasgos si el cliente está listo para un cambio en los límites de crédito, si se puede o debe reestructurar la deuda y algunas otras notas que le haya escrito su predecesor o algún otro empleado.
Hoy día se considera que la estructura informática de una empresa madura contiene OLTPs + ODS + Data warehouse + OLAPs + Minería de datos.