Almacenamiento de energía térmica

Existen dos mecanismos térmicos para acumular energía, el primero es el calor latente, que representa la energía necesaria para producir el cambio de estado de una sustancia, mientras que el otro corresponde al calor sensible y representa la energía necesaria para producir un cambio en su temperatura.

El almacenamiento por calor latente tiene ciertas ventajas por sobre el mecanismo de calor sensible, ya que, en un intervalo de temperatura pequeño, se puede almacenar más energía, lo que implica, una mayor densidad de energía.

La cantidad de calor almacenada en estos sistemas se expresa mediante la ecuación:

Los sistemas de SHTES que se desarrollan en la actualidad corresponden a: La acumulación térmica que involucra el cambio de fase, abreviada LHTES, resulta la más conveniente al tener mayor densidad energética por lo que en comparación con SHTES los volúmenes de almacenamiento se reducen de 6 a 10 veces.

Sin embargo, en los últimos 30 años se han desarrollado distintas sustancias o sales usados en LHTES.

Planta solar Andasol, almacena energía térmica.