La atribución se debe a una anotación manuscrita que traen las guardas de dicho códice, con letra del siglo XVII o posterior, que cita un pasaje del prólogo a su Memorial o Anales breves del Reinado de los Reyes Católicos Lorenzo Galíndez de Carvajal en que habla de los cronistas que escribieron la historia de los Reyes Católicos y lo señala como el tercero.
[1] Quedó manuscrita e inédita hasta que Julio Puyol la imprimió en 1934 anónima con el título de Crónica incompleta de los Reyes Católicos (1469-1476).
Sus primeros capítulos tratan el turbulento reinado de Enrique IV; después expone las guerras del rey Fernando contra Alfonso V, rey de Portugal, en las ciudades de Zamora y Toro; como los historiadores clásicos grecolatinos, suele poner discursos en boca de los principales actores de su historia; el historiador muestra que no era un cortesano próximo a los Reyes porque se le observa afán de objetividad; describe los hechos rápidamente hasta que la muerte del infante Alfonso situó a su hermana Isabel en el primer plano político, y desde ese momento los hechos se describen con mayor minuciosidad, ya que es su figura la que centra la Crónica, que concluye bruscamente con los hechos acaecidos a comienzos de 1477.
El texto muestra varias lagunas en los acontecimientos que transcurrieron durante los años 1471 y 1472 y los meses iniciales de 1473, quizá porque se sacó de un borrador o el material estaba desordenado cuando se transcribió o le faltaban páginas.
La Crónica es importante porque acoge hechos que los demás historiadores no tocaron o pasaron interesadamente por alto, así como por su pretendida objetividad y porque el autor muestra ser testigo presencial de muchos hechos de guerra; sin embargo, es cierto que ensalza a la reina Isabel por encima de su marido y denigra a Juana la Beltraneja.