Alonso Ibarrola

Recorre París, Milán, Roma y Nápoles, enviando reportajes al semanario Gaceta Ilustrada.

[1]​ El año 1961 aparece su primer libro –“Depetris”-, que no encontró editor y cuya edición sufragó personalmente.

El, ya fallecido, escritor y periodista, Eduardo Haro Tecglen en un comentario aparecido en El País el 27 de enero de 2001, lo consideró un autor “casi clandestino” y el humorista viviente que más le gustaba junto a Elvira Lindo, comparándolo a los “grandes” Jardiel Poncela, Wenceslao Fernández Flórez, Tono, Mihura, Edgar Neville o López Rubio.

En su proyecto figuraba el joven periodista Manu Leguineche que había iniciado una vuelta al mundo con el propósito de enviar semanalmente sus impresiones.

La revista no salió, pero Leguineche continuó su viaje y terminaría escribiendo su famoso libro “El camino más corto”.

Posteriormente, colaboró en el fenecido Diario Ya, de Madrid donde firmó durante tres años la columna “Yo, teleadicto”, hasta que un día, cansado y frustrado por lo que consideraba una labor inútil, arrojó el televisor a un contenedor de basura.