En 1474 se hicieron representaciones de la Pasión, pero no hay más datos sobre ello ni sobre su posible intervención.
En un libro de cuentas están reseñadas, con todo detalle, las del período comprendido desde 1493 hasta 1510, con alguna excepción.
Al morir Alonso del Campo, este libro estaba en su casa y figuró en la relación de sus bienes que se hizo tras su muerte.
Se encuentran numerosos arcaísmos, tanto en el uso de voces y estructuras sintácticas como en la métrica.
Le enterraron al día siguiente en la claustra y el domingo 8 de diciembre se vendieron sus posesiones públicamente.
Alonso del Campo llevó, durante muchos años, el mayor peso de las representaciones que constituyeron una parte muy importante de la principal celebración religiosa toledana.
Intervino también como transmisor y adaptador de un texto tradicional sobre la Pasión.