Hasta la iglesia local se encuentra con varios centímetros de lodo en su interior.
Al día siguiente de la catástrofe ya la prensa nacional estaba retratando lo sucedido en ese poblado cordobés y sus habitantes se dedicaron a la difícil tarea de recuperar lo poco o nada que les quedó.
El arroyo, previo a circundar el casco urbano, debía sortear una rocosa montaña.
Debido a que el frente desmoronó el arco del puente, se formó una barrera de troncos de árboles arrastrados por el arroyo y eso generó que entrara más agua al pueblo, y a la vez con más rapidez.
Posteriormente, se dinamitó la montaña que desviaba ese sector del cauce y se desvió el curso del río, incluyendo la construcción de un nuevo puente sobre la ruta provincial 15, para evitar que el Noguinet curse esa pronunciada curva.