Amado Olmos

[1]​ Después de 1955 fue preso político, residió en Caseros, Rawson y Bahía Blanca, a lo largo de 1956; al año siguiente estuvo en la Penitenciaría Nacional; en 1959 visitaría otra vez este edificio.

Consideraba que el peronismo era un Movimiento Nacional donde la conducción debía estar a cargo de los trabajadores.

Sin cuestionar a su líder -por el contrario la lealtad se expresa en diferentes circunstancias como por ejemplo frente al conflicto con Augusto Vandor- proponía que el sindicalismo debía transcender las fronteras gremiales para hegemonizar la dirección táctica del Movimiento.

En la década del ´60 se acerca a John William Cooke radicalizando sus posturas y apoyando al ala izquierda del peronismo.

“Los trabajadores no queremos soluciones de arriba... Queremos el sindicalismo integral, que se proyecte hacia el control del poder, lo cual asegura el bienestar del pueblo todo”, síntesis de sus ideas y propuestas para concretar las banderas históricas del peronismo: justicia social, independencia económica y soberanía política.