Se denomina amarillo de plata o tintura de plata a un tinte amarillo superficial, muy utilizado desde mediados del siglo XIV para colorear el vidrio, las telas e incluso los cabellos.
Para conseguir la coloración vitral se recurre a la aplicación de preparados de sales de plata (cloruros o nitratos) que contienen además intercambiadores iónicos (montmorillonita u otros silicatos laminares de alta capacidad de intercambio iónico), que favorecen el intercambio entre los iones metálicos del preparado y los iones del vidrio.
En el siguiente equilibrio se representa el proceso, siendo M iones fundamentalmente alcalinos: Ag+(preparado) + M+(vidrio) ↔ Ag+(vidrio) + M+(preparado) El tinte se aplica en frío sobre el vidrio, y luego la pieza se calienta hasta alcanzar la coloración deseada.
Esta técnica, introducida por los árabes en la península ibérica, se ha utilizado en la decoración de cerámica valenciana con el nombre de «reflejo metálico».
Amarillo de plata es la denominación de una coloración amarillo clara y de saturación débil correspondiente al aspecto del sulfato de plata, aunque también se ha llamado así a las coloraciones proporcionadas por el tinte amarillo de plata, que van del naranja rojizo al amarillo limón.