El amarillo de quinoleína o también denominado según los códigos alimentarios de la Unión Europea como E-104 es un colorante sintético no azoico de color amarillo intenso y muy soluble en agua.
Suele emplearse como colorante de algunos medicamentos.
Hay estudios que indican que incrementa la hiperactividad en los niños y en caso de ingestas excesivas, puede ocasionar reacciones alérgicas (dermatitis).
[1] Sin embargo, en 2009, la EFSA revaluó los datos disponibles y determinó que "la evidencia científica disponible no corrobora un vínculo entre los aditivos colorantes y los efectos en el comportamiento".
[2]