Se consideran a todas las especies de este género inofensivas, aunque su veneno no ha sido estudiado a profundidad.
No deben ser confundidas con las serpientes lustrosas del género Arizona.
Presentan un maxilar muy corto, con cinco dientes seguidos que crecen de tamaño gradualmente y con un colmillo que llega a alcanzar la altura del ojo.
La cabeza es pequeña sin poderse distinguir del cuello.
Los orificios nasales son pequeños y sin internasales.