En 1921 ingresa al Conservatorio del Tolima, y toma como instrumento de estudio el piano, inducida por su madre.
La señora Amina Melendro de Pulecio comprendió la palabra «Conservatorio» como la institución en la que se imparten educación en las artes y fue la música el arte, oficio, profesión y vida que ella eligió.
Su pertenecía con el conservatorio radicaba en que este lugar fue su casa de niña, y los instrumentos musicales sus juguetes.
Gracias a ella, Ibagué ostenta el título de Ciudad Musical en Colombia.
Se dedicaron las siguientes palabras en honor a doña Amina Melendro de Pulecio: