Su madre despertó su interés por el canto, al llevarlo a ceremonias de carácter religioso donde se interpretaba música folclórica como seis chorreao y aguinaldos.
Años más tarde emigró a Nueva York donde fue reclutado por el ejército de Estados Unidos.
Con este grupo viajó a Estados Unidos, presentándose en universidades como Harvard y Princeton, así como en diversas comunidades de puertorriqueños en ese país.
En 1997 su disco "A los Santos Inocentes" vendió más de cincuenta mil copias, recibiendo por ello un disco de oro y el premio "Farándula".
Ha realizado una labor de apoyo y difusión de la música típica como productor del "Festival del Jíbaro".