[3] Tras la victoria, los austriacos depuraron la oficialidad del ejército vencido y restablecieron en el trono, como monarca absoluto, al Rey Fernando I de las Dos Sicilias que inició una sangrienta persecución de los sublevados.
Michele Limongi, junto con otros compañeros, huyó en barco a Cartagena, que era un feudo liberal, donde encontró acogida y se estableció.
Miguel Monche tuvo con su tercera esposa 11 hijos: Nicolás (1832), Martín (1834), Manuel (1836), Antonio (1837), Miguel (1839), Andrés (1843), María Josefa (1848), María Soledad (1850), Felipe (1851) y Juan Bautista (1855), por lo que algunos eran menores que sus sobrinos, los hijos de José Monche y García.
El otro hijo varón Antonio fue un héroe de la División Azul durante la II Guerra Mundial, siendo el último en regresar, y a su muerte, tras finalizar dicha guerra, le hicieron un enorme funeral en San Francisco el Grande que fue presidido por el embajador de Alemania.
En esta situación realizó la construcción del ferrocarril de La Coruña a Betanzos.
En esta época el cemento moderno estaba suficientemente desarrollando para acometer la construcción de grandes obras.
Se buscó entonces una cantera cercana al mar y a Barcelona, y se encontró una idónea en un paraje denominado Garraf en el municipio de Sitges, denominada «La Falconera», propiedad del famoso industrial Eusebio Güell.
El tamaño y peso de los bloques hacía innecesaria la forma curva para resistir los grandes embates del mar.
Este paraje hoy está completamente integrado en la trama urbana de Tarragona.
Su prematura muerte le impidió acabar estas obras, aunque fueron continuadas, en cumplimiento de las obligaciones asumidas por la contrata bajo la dirección del ingeniero de caminos, canales y puertos, Diego Gómez y Fernández del Piñar, que era su colaborador más cercano, en todos los aspectos.