Pero lo abandona en 1897 para retornar a la Academia Nacional de Bellas Artes que se encuentra dirigida por Emilio Mauri, pero esta vez sería para estudiar escultura con Ángel Cabré y Magriñá, padre del pintor Manuel Cabré.
La propuesta de Pérez Mujica, que se inspira en el cuadro Vuelvan caras de Arturo Michelena , resultó ser la ganadora y fue enviada para su fundición en bronce al taller en Múnich del escultor venezolano Eloy Palacios (1847- 1919).
Para 1906 se constituye como el primer escultor venezolano en recibir mención de honor en el Salón gracias a su pieza Indio combatiente, también conocida como Guaicaipuro.
En 1908 Pérez Mujica "ensayó una escultura más despojada, capaz de transmitir a la forma exterior una fina sensibilidad luminosa, a través del modelado, para interpretar con sentido moderno el mito de Prometeo".
En 1912 realizaría obras como la estatua de Camilo Torres, las figuras funerarias Alma, El fauno y La bacante.
Se residencia con su esposa en Caracas, en un modesto taller en donde realiza algunas esculturas y pinta paisajes.
Ese mismo año retorna a Venezuela y fallece en la ciudad de Valencia.