En 1733 fue nombrado Inquisidor General y finalizó su carrera político-religiosa como Nuncio Apostólico.
El rey Felipe V instituyó el título de marqués de Valde-Espina en 1733 a instancias del arzobispo Orbe y en favor del sobrino y ahijado de este, Andrés Agustín de Orbe y Zarauz que se convertiría en el primer marqués de Valde-Espina.
De esta forma el arzobispo Orbe logró transmitir a su familia el prestigio y posición social que había obtenido a lo largo de su vida.
El arzobispo Orbe mandó construir el palacio de Valde-Espina en su localidad natal Ermua, que se convertiría en casa solariega de los marqueses.
Este palacio es sede actualmente del Ayuntamiento de Ermua.