Andrés del Peral (obra de Goya)

Tenía una importante colección de arte, que vendió al rey Carlos IV en 1808.

[1]​ [5]​ Goya presenta a del Peral de medio cuerpo, sentado sobre un fondo oscuro y neutro.

La expresión facial es grave, la boca ligeramente torcida hacia un lado puede ser una secuela de un ictus previo.

Los tonos rosados, castaños claros y rojos aportan calidez al rostro.

Luego encontró su camino hacia la colección del pintor Gaston Linden en París.