A Roma él medió las relaciones entre la curia y los institutos de crédito florentinos que cumplían numerosas transacciones financieras en las ciudades pontificias.
Procuró privilegios al Capitolo florentino, del que había pertenecido como Canónico.
Fue un hombre que sostuvo numerosas peleas recibiendo de los partidos opuestos amarguras y difamaciones.
De esta transferencia los antiguos comentadores revelan un cierto ruido público, y quizás muy probablemente seguido por un escándalo.
esa tiñosa caterva tendrías el deseo verás aquel que por el siervo de los siervos fue trasladado del Arno al Bacchiglione En estos versos habla Brunetto Latini, que muestra a Dante otros personajes colocados en el círculo infernal: "Si tienes ganas de ver aquí un personaje de gran inmundicia, puedes [ver] a aquel que fue transferido por Bonifacio VIII de la ciudad del Arno (Florencia) a aquella del Bacchiglione (Vicenza).".