La denominación Tesoro Nacional se ha utilizado en Japón para referirse a los bienes culturales desde 1897.
Los elementos son seleccionados por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología por su «alto valor histórico o artístico».
La mayoría de los artículos han sido excavados en las tumbas, kofun, montículos sūtra u otros sitios arqueológicos.
Los materiales se encuentran en los museos (26), templos (9), santuarios (8) y una universidad (1), en veinticuatro ciudades de Japón.
[9] Posteriormente aparecen los tipos cerámicos con relieves lineales, punteados e impresiones de uñas.
[18] Las técnicas cerámicas alcanzaron su apogeo durante el período Jōmon medio con la aparición de la cerámica al fuego creada con rulos de arcilla esculpidos y tallados aplicados sobre los bordes del cuenco, proporcionando una apariencia resistente.
[22][23][24] Tres dogū entre 3 000 y 1 000 a. C. han sido designados como parte del Tesoro Nacional.
[31] Espejos, espadas y piedras preciosas curvas, magatama, que constituyen el Tesoro Imperial de Japón, aparecen ya en el período medio de Yayoi, y son abundantes en las tumbas del período Kofun.
Los creyentes enterraban escrituras e imágenes para ganar méritos y prepararse para la venida de Buda.
Los cuarenta y cuatro componentes de este epígrafe del Tesoro Nacional se encuentran, actualmente, en Japón.
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