La Grange, descrita como poseedora de una gran belleza y sabiduría, ambicionaba vivir como una cortesana.
No obstante, al igual que sucedió con su esposo, el fuerte carácter de La Grange pronto empezó a provocar enfrentamientos entre ella y su benefactora.
Montpensier empezó a sospechar que Anne estaba conspirando contra ella y su familia, expulsándola finalmente de su corte privada.
En consecuencia, La Grange se trasladó a vivir con Frontenac a una casa en una zona rural, fracasando en su intento por volver a ganarse el favor de Montpensier, quien intentó sin éxito que el matrimonio fuese vetado en la corte real, aprovechando ambos para acosarla siempre que tenían oportunidad.
Durante la etapa de Frontenac como gobernador, su hijo François-Louis murió en combate en Alemania, dejando al matrimonio sin un heredero.